Como suele pasar en las familias con niños pequeños, cada vez que vamos a la playa no podemos regresar sin las conchas, caracolillos u otros recuerdos encontrados y que hacen tan felices a los niños!! Este verano, practicando snorkel con mis hijos, encontramos algunos caparazones de erizos de mar de varios colores y tamaños. La primera idea era ponerlos en un plato de cristal de modo decorativo pero quería algo más original y el resultado es:
Un marco de recuerdo muy especial.
Las conchas están colocadas de forma ordenada de más grande a más pequeño y pegadas con silicona caliente sobre una tapa de caja con rayas.
Luego he añadido una foto (en tonos sepia) de mi hija cuando tenía 2 años con su padre. Como veis es muy fácil de realizar.
Y cada vez que lo miro, me siento feliz!!!!
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