En el post de hoy os enseño cómo he cambiado el color de una silla antigua para volverla más alegre y muy decorativa.
Hacía ya mucho tiempo que la silla, que tenía un color negro muy envejecido y deteriorado, me estaba cansando a la vista. Así que decidí cambiarle el color y creo que he conseguido un buen resultado.
Comienzo de la transformación
La silla pintada
El color elegido en esta ocasión me parece muy alegre y de esta manera la silla destaca más en el hogar. Pero para darle más vida, he realizado un especie de cojín protector con hilo de trapillo y con unos tonos muy favorecedores y acordes con el color de la silla. Espero que os haya gustado.
Resultado final
¡ Muchas gracias!
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